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Cheryl Jamis, la directora de marketing de un importante minorista de vestuario en Reino Unido, parece tenerlo todo; incluso una oficina en el piso ejecutivo. Es más, ama su trabajo. Pero su dedicación profesional está empezando a poner en riesgo otro trabajo que también la apasiona: ser madre. A medida que la carrera de Cheryl ha progresado, también ha crecido su hija Emma. Y aunque nunca ha sido fácil cumplir con ambas, al menos ha sido manejable. Emma ha sido postergada en todas las crisis de trabajo que han aparecido hasta el momento, pero ahora que tiene siete años es más difícil dejarla de lado. Marcus Addison, el jefe de Cheryl, parece simpatizar con sus esfuerzos por tener éxito como profesional y como mamá. Por eso, cuando ella le sugiere reducir sus horas de trabajo, la respuesta de Marcus la deja desconcertada: ¿Terminarás trabajando las mismas horas por menos dinero. Tu trabajo es de una gran responsabilidad. No puede hacerse en cuatro días, y ni hablar de tres¿. Luego sugiere ¿aunque vagamente¿ que podría ser ascendida. Sin embargo, antes de que Cheryl tenga tiempo de digerir dicha posibilidad, Marcus le lanza otro anzuelo: la posibilidad de tomar su lugar en un viaje de negocios a Estados Unidos, una gran oportunidad. A pesar de que ello significa cancelar una salida de fin de semana largamente postergada con su hija, Cheryl acepta y casi inmediatamente se arrepiente. Cuando se dirige a la oficina de Marcus para discutir de nuevo el asunto, él se anticipa a sus palabras con una información importante: el ascenso que ha estado esperando para ella no está en la agenda, al menos por el momento. Cheryl tiene que tomar una decisión: ¿debería insistir o irse de la empresa? Comentan este caso ficticio Monica McGrath, profesora asistente de gestión en Wharton; Rebecca Matthias, cofundadora, presidenta y directora de operaciones de Mothers Work; Robert J. Maricich, CEO de Century Furniture; y Evelyne Sevin, socia en París de Egon Zehnder International.
