Este artículo comenta críticamente el texto de Aldo Mascareño publicado en este número. No discute la crítica de Mascareño a un concepto esencialista de cultura, pero sí su pretensión de deconstruirlo hasta que quede conceptual y teóricamente exangüe. Tras pasar revista a las dos tradiciones que subyacerían a la pérdida de valor analítico del concepto de cultura, a saber, la sociología sistémica de Luhman y el postmodernismo o postestructuralismo, el comentario sugiere una interpretación del concepto de cultura que sea capaz de seguir rindiendo teóricamente.