Aldo Mascareño
En este artículo se sostiene que la diferenciación e individualización de la sociedad moderna ha hecho cada vez más carente de rendimiento analítico al concepto de cultura como indicación de la unidad y coherencia de constelaciones simbólicas. Las culturas son crecientemente iterables, interpenetradas e inconsistentes. A juicio del autor, los datos de la encuesta mapuche del Centro de Estudios Públicos realizada en el año 2006 permiten mostrar aspectos de esta iterabilidad simbólica de lo que comúnmente se denomina cultura mapuche. Se constata también que a nivel de las autodescripciones de los actores, el concepto de cultura cumple una función política: construye una ficción de unidad en un mundo fragmentado que, como un mana, es adosable a cualquier reivindicación política. Es decir, en términos sociológicos, cultura para poco; en términos políticos, cultura para mucho.