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En Oaxaca, durante décadas, las formas consuetudinarias utilizadas para elegir autoridades comunitarias se mantuvieron en una situación de ¿clandestinidad¿ jurídica. Una reforma electoral aprobada en 1995 les dio reconocimiento legal y con ello se creó un sistema electoral único en el país que contiene dos formas legalmente reconocidas para designar a las autoridades municipales: el régimen electoral de partidos políticos y el de usos y costumbres. En algunos municipios este reconocimiento ha dado lugar a un proceso de recomposición interna de las comunidades oaxaqueñas. El caso aquí descrito, como en varios otros municipios que han optado por el nuevo régimen electoral, muestra que las normas comunitarias no son rígidas, que en ellas se realizan constantes negociaciones de las reglas del juego para tener acceso al poder municipal a través de un proceso dinámico y complejo. Para ejemplificar esta situación nos referiremos al caso del municipio de Concepción Pápalo el cual, desde 1995, está dentro del régimen de normas consuetudinarias.
