Este ensayo propone dar cuenta de las estrategias que han sido puestas en marcha por las políticas educativas nacionales e institucionales para impulsar la profesionalización del trabajo académico en nuestro país a partir de las tres décadas más recientes, destacando el papel otorgado a los posgrados como estrategia esencial a partir de los ochenta. La contribución de este trabajo consiste en articular la presencia de fenómenos determinantes como la constitución de un mercado académico y el reconocimiento de la necesidad de profesionalizar el trabajo académico, para construir la explicación de un asunto que encierra una gran complejidad: la emergencia y conformación de un académico vinculado a una moderna institución, sometida a una permanente transformación ante los dinámicos cambios sociales.