En el presente artículo se analizan las causas no jurídicas que inciden en la desigualdad entre hombres y mujeres. Se parte de datos estadísticos: la tasa de actividad femenina es muy baja y el paro femenino es muy alto; los contratos laborales realizados por mujeres suelen ser temporales o a tiempo parcial; rara vez promocionan a puestos de dirección y ocupan los puestos de trabajo poco cualificados y suelen ser una extensión de las funciones reproductivas (cuidado de los demás, higiene y limpieza, educación, etc.). Por otra parte , el salario femenino es inferior en un 29% respecto del masculino. Precisamente, uno de los temas que se abordan en el presente artículo son los cambios que se están produciendo en materia de igualdad retributiva tanto en Europa como en España. El análisis se lleva a cabo tanto desde un punto de vista jurídico como desde el estudio de las denominadas políticas flojas o de buenas prácticas para empresas y agentes sociales.