Maxwell McCombs, Iris Chyi, Spiro Kiousis
El papel de "agenda-setting" (fijación de la agenda) desempeñado por los medios informativos condiciona en gran medida no solamente el abanico de cosas que nos llaman la atención, sino también nuestra manera de entender el mundo ingente de asuntos públicos que existe más allá de nuestra experiencia personal. El Chapel Hill Study de 1972 marcó un antes y un después en el desarrollo de la teoría de agenda setting. Hasta este momento clave se había limitado a la influencia que ejercen los medios informativos sobre el público; a partir de este trascendente estudio la teoría abrió sus horizontes y empezó a abordar el proceso más amplio de agenda setting. La gama de asuntos abarcado por la teoría hoy en día va desde los condicionantes de la agenda mediática hasta los efectos de agenda-setting sobre las actitudes y opiniones. En este trabajo se presentan los resultados de dos estudios empíricos publicados recientemente en los EEUU. Estos dos estudios elaboran aún más este proceso. El primero explica cómo la prensa cambia el foco de su atención dentro de un acontecimiento informativo importante, iluminando primero un aspecto y luego otros para así establecer la prominencia de dicho acontecimiento en la agenda mediática. El segundo explica el efecto que ejerce la prominencia en la agenda mediática sobre la actitud del público y las opiniones que se tienen de las personalidades públicas.