Ante la invasión de lo económico en todos los ámbitos de la vida, dentro y fuera del perio dismo, ante el hecho de la propia conversión de los grupos de comunicación en grandes poderes económicos, se están produciendo cambios y desajustes en el entramado mediático que afecta directamente a sus contenidos, y por consiguiente al resultado de eso que hemos venido llamando la tarea de contar qué pasa en el mundo. Desde el gran fracaso que ha supuesto la información de la llamada Nueva Economía, en este artículo se pretende hacer un repaso de algunas causas que explican el actual contra sentido: una empresa poderosa, supuestamente independiente, libre para informar que, en su afán de limitar costos y obtener beneficios inmediatos, termina con su propia fiabilidad. El negocio es lo primero. Vender es lo que cuenta