Gonzalo Sanz Cerbino
Este artículo se plantea como cierre al debate sostenido en los tres últimos números de Razón y Revolución, sobre el problema de la reconstrucción material de la fuerza social revolucionaria, derrotada en 1976. Avanzando sobre la composición social de los muertos y desaparecidos, el trabajo demuestra que las críticas, oportunamente hechas a los trabajos de Inés Izaguirre y Pablo Bonavena, eran correctas.