En esta investigación utilizamos la cooperación de estados en la lucha contra el terrorismo internacional como un ejemplo de cooperación estatal. En el campo de las relaciones internacionales es habitual pensar que el deseo de cooperación entre los estados surge de la existencia de una amenaza común; se supone que la cooperación entre ellos como miembros de una unión antiterrorista sólo es fortalecida por la existencia de nuevas amenazas. Sin embargo, somos testigos de lo contrario: la unión antiterrorista de estados se desintegró poco después de su creación. En nuestra investigación comprobamos que el supuesto de que la existencia de un problema común, incluso una amenaza externa común, es un requisito pero no una condición suficiente para la emergencia de cooperación. Comparamos la representación de las amenazas terroristas de los líderes políticos de Rusia y EE.UU. como miembros de la coalición antiterrorista durante la operación militar en Irak en 2003.