Modesta Pousada Fernández, Lourdes Valiente, Mercè Boixadós i Anglès
A partir de las iniciativas de más alto nivel que en el campo de la e-salud se están desarrollando en nuestro país, se abre la reflexión sobre los beneficios reales, las posibilidades futuras y los retos que el uso de la Red para la intervención en salud está poniendo sobre la mesa. Así, se hace necesario un análisis de los modelos, metodologías y aspectos específicos implicados en su implementación, un análisis que debe remarcar la especificidad de una intervención virtual con respecto a una intervención presencial y que debe indicar cuáles son los ámbitos de intervención y trastornos susceptibles de abordarse desde la virtualidad. A propósito de la intervención en Red, también se señalan cuáles son sus ventajas: accesibilidad, adherencia al tratamiento, menor coste, anonimato y flexibilidad. En contrapartida, estas ventajas de la intervención en Red imponen, a su vez, unas exigencias: el equipo que planifica y diseña la intervención ha de ser multidisciplinar, el profesional de la salud debe tener gran capacidad de empatía y la intervención debe dirigirse específicamente al usuario que la utiliza, teniendo en cuenta que el perfil del usuario en línea es diferente al del usuario presencial. Por último, se apunta hacia una perspectiva de futuro y se describen los aspectos esenciales que deberán formar parte de la intervención en Red.