La Comisión Europea ha establecido un marco de referencia europeo con ocho competencias clave en materia educativa, recomendando su adopción a los países miembros en una perspectiva de "aprendizaje a lo largo de la vida". Dichas competencias no están vinculadas a una asignatura determinada, sino que son transversales a todas ellas, por lo que se plantean graves problemas a la hora de integrarlas con una estructura disciplinar como la que tenemos ahora. Es imprescindible, por lo tanto, que las Administraciones educativas ofrezcan los apoyos y medidas necesarias para que se puedan asegurar estas competencias básicas a los alumnos, especialmente en aquellos contextos sociales, económicos y culturales más desfavorecidos.