La Educación para la Ciudadanía es decisiva para consolidar una sociedad democrática avanzada, así como para prevenir el ascenso de actitudes autoritarias y el desencanto y alejamiento de los ciudadanos de la política. Asimismo, se conecta con la necesidad de hacer prevalecer los derechos fundamentales, que constituyen la principal garantía de que el sistema social y político se oriente hacia el respeto y la convivencia social.