En un contexto de globalización-neoliberalismo en América Latina, a pesar de los esfuerzos de modernización no se han podido superar las profundas desigualdades y los niveles preocupantes de pobreza y el insuficiente crecimiento económicos. Como resultado la apatía y la indiferencia de los ciudadanos con la democracia se han incrementado. Se requiere de una democracia que permita la participación ciudadana en las principales toma de decisiones; de un gobierno más eficaz y eficiente, flexible, libre y transparente que garantice la gobernanza en la región.