El énfasis puesto en los resultados a corto plazo a menudo domina la planificación empresarial. Las presiones para lograr cifras positivas con rapidez hacen que las personas corran grandes riesgos, lo que conduce a la asignación errónea de recursos y a un control de gestión equivocado dentro de una empresa. Para cancelar estos efectos hace falta contar con una planificación estratégica a largo plazo y es en este contexto que la gestión del valor (Value Management) ha adquirido gran relevancia en los últimos tiempos. Sin embargo, no basta con mirar sólo las cifras monetarias, también hay que mirar los factores no monetarios o «intangibles». La identificación y evaluación de estos factores a menudo da lugar a intensas y controvertidas discusiones sobre la planificación y la distribución de recursos.
Este artículo desarrolla el concepto de cómo valorar intangibles y cómo se pueden cuantificar como parte de una evaluación general de un plan. Dicho concepto combina los inductores de valor intangible con prácticas empresariales tradicionales basadas en el valor. La implementación del concepto se aplicó a un importante fabricante alemán que encabeza el mercado y la tecnología en el campo del equipamiento automático.