José Cuesta, Mariano González, José María Larrú Ramos
Las recientes apelaciones a un mayor volumen de ayuda al desarrollo suelen ignorar la escasa evidencia sobre el impacto redistributivo de la ayuda. El grado de desigualdad no es un criterio que usen los donantes para asignar su ayuda, pero, junto con el crecimiento económico, la ayuda puede ser eficaz en la reducción de la desigualdades de los paises en desarrollo. Usando un modelo probit ordenado para una muestra de treinta países entre 1995-1998, el trabajo da cuenta de que tanto la ayuda como el crecimiento estén asociados a la desigualdad, aunque en grados y retardos diferentes. La ayuda, tal como ha sido asignada basta ahora, tiene menor impacto que el crecimiento, pero también reduce la desigualdad, si ésta no es muy alta. Hay importantes diferencias regionales: los menores efectos de la ayuda sobre la desigualdad se aprecian en América Latina, a pesar de ser la región més inequitativa. Las planificaciones y estrategias de desarrollo y las evaluaciones de impacto de la ayuda, deben contemplar sus efectos no sólo sobre el crecimiento económico, sino también sobre la desigualdad.