El trabajo analiza el caso de una de las regiones pioneras en el desarrollo de la energía eólica, la Comunidad Foral de Navarra, mostrando cómo se ha generado, fruto de una política energética específica, un sector empresarial competitivo, con un importante impacto en términos de empleo de alta cualificación. De esta manera, se comprueba cómo a escala regional es posible compatibilizar la preocupación medioambiental con el crecimiento económico y la creación de empleo, convirtiendo a Navarra en modelo a imitar por otras regiones europeas. No obstante, y a partir del proceso de prognosis realizado, conviene advertir las carencias formativas que presenta el mercado laboral. Por ello, los autores proponen que, junto a las políticas de apoyo tradicionales, se consideren políticas de mejora de la formación en el ámbito de la energía eólica