La teoría del crecimiento introduce el capital humano como uno de los factores determinantes de la productividad, si bien resulta difícil corroborarlo empíricamente debido a las dificultades que conlleva la correcta medición de esta variable. Efectivamente, hay elementos del capital humano como la educación y la experiencia que se pueden observar y medir, pero hay otros no observables de más difícil medición que son específicos del individuo y que hacen que cualquier agregación que se realice esté sujeta a error. El objetivo de este artículo es aproximar distintas medidas de capital humano para el caso español y establecer comparaciones con distintos países de la Unión Europea. El trabajo se completa con un análisis de la evolución del capital humano entre 1995 y 2002 a partir de los datos de la Encuesta de Estructura Salarial. Finalmente, se presentan algunas conclusiones encaminadas a preservar el esfuerzo educativo, tratando de adecuar la estructura de la oferta a las necesidades de la economía, elemento básico de cualquier política que trate de potenciar el crecimiento a largo plazo de la productividad