En este artículo me propongo dar cuenta del papel que la literatura y el mito han desempeñado en la construcción de una estrecha concepción cultural de lo femenino como esencia, que, por la fuerza de la reiteración, ha adquirido carta de naturaleza. Un breve recorrido histórico nos permite comprobar el modo en que imágenes de mujer, siempre de autoría masculina, incesantemente circulando en el canon, se han convertido en iconos culturales con un fuerte poder de configuración de sentido. La concienciación feminista ha hecho percibir que un cambio real de la situación social de la mujer que le permita salir de su histórica subordinación requiere forzosamente un cambio en el orden simbólico. Esto implica la disección y denuncia de estos arquetipos y la creación de iconos alternativos más acordes con la capacidad y el potencial de agencia de las mujeres en todos los órdenes. En la segunda parte del ensayo doy cuenta brevemente de las estrategias literarias utilizadas para cambiar esos arquetipos y construir imágenes alternativas y más plurales de feminidad.