Este artículo consta de dos partes claramente diferenciadas. La primera refleja la estrecha relación existente entre la institución aseguradora y tanto el bienestar económico-social de la población, como la estructura y el desarrollo económico. Estudia la institución aseguradora como instrumento de ahorro y previsión, y lo hace en sus dos vertientes, de captación de fondos y de inversor institucional. En la segunda parte aporta su punto de vista sobre el futuro del sector influido -en un entorno globalizado- por la legislación europea, el proyecto Solvencia II, las normas internacionales de información financiera, y al mismo tiempo -teniendo en cuenta las características socio-económicas de nuestro país- por la escasa predisposición al ahorro de la sociedad española, el infradesarrollo del "segundo pilar" de previsión social, la tasa de dependencia creciente y la aparición de nuevos riesgos. La autora concluye destacando que el futuro del mercado asegurador está no sólo en manos de las entidades aseguradoras, sino también de la sociedad y los poderes públicos.