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Robert S. Kaplan
Todos los líderes pierden el norte cada cierto tiempo. Pero a medida que ascienden por la organización, tienen cada vez menos oportunidades de recibir un feedback franco y directo. Sus jefes ya no están monitoreando sus acciones y cuando los pasos en falso tienen un impacto negativo en los resultados de negocios, suele ser demasiado tarde para corregir el rumbo. Por lo tanto, es sensato hacerse una autoevaluación para que periódicamente usted pueda tomar distancia del ajetreo de manejar una empresa y hacerse algunas preguntas clave sobre usted mismo. El autor, Robert S. Kaplan, que durante sus 22 años de carrera en Goldman Sachs presidió los esfuerzos de la firma en desarrollo de liderazgo y copresidió su comité de socios, identifica siete áreas para la autorreflexión: visión y prioridades, gestión del tiempo, feedback, planificación de la sucesión, evaluación y adaptación, liderazgo bajo presión y mantenerse fiel a sí mismo. El autor plantea una serie de preguntas en cada una de áreas, ilustrando el impacto de la autoevaluación a través de vívidos relatos de ejecutivos reales. Aunque las preguntas suenen simples, las personas resultan sorprendidas ¿e incluso horrorizadas¿ por sus propias respuestas. Por ejemplo, los ejecutivos están conscientes de que deberían enfocarse en sus prioridades más importantes, pero si no toman distancia para reflexionar, pocos saben realmente cómo están usando su tiempo. Kaplan propone escribir lo que usted hace en cada hora de trabajo durante una semana y revisar cuán bien se ajustan sus acciones con sus intenciones. Respecto del feedback, los ejecutivos deberían preguntarse si están recibiendo evaluaciones sinceras de sus subordinados (con toda probabilidad, la respuesta es no). Toma tiempo y disciplina el persuadir a sus empleados para que le hablen sobre sus fallas.
