Se establecen algunas precisiones sobre los dos términos del enunciado para apoyar, en primer lugar, la teoría de la dependencia como explicación del subdesarrollo (en vez de la teoría convencional) denotando notar que lo más grave de esa situación económica no es tanto el desarrollo inferior respecto de otros países cuanto la inferioridad respecto de lo que el propio subdesarrollo podría haber sido en otras circunstancias; es decir, la falta de realización de sus potencialidades. En cuanto al término "región", se subraya primero la importancia de la conciencia de identidad regional o nacional y se hace ver la posibilidad de manipularla. Se explica el interés actual del tema regional porque la evolución técnica hace ineficaces a las naciones del tamaño europeo. Se plantea después el problema de si la teoría de la dependencia, elaborada para el subdesarrollo de los países, es aplicable al caso regional. El autor se decide inmediatamente por la afirmativa, pues, a su juicio, la dependencia es el fenómeno general de la realidad económica. ¿Qué esperanzas se ofrecen a esa dependencia regional? El autor no se hace demasiadas ilusiones porque es consecuencia del sistema, pero piensa que cualquier acción empieza por la conciencia regional del problema y por el uso de los propios medios.