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Eloísa del Pino Matute 
Las elecciones generales celebradas en marzo de 2000 en España han configuradoun panorama político nuevo desde la reinstauración de la democraciahace 25 años. Por primera vez un partido de centro-derecha haconseguido lo que algunos expertos y analistas consideraban impensablehace apenas unos años. La victoria por mayoría absoluta del PP, la pérdidade votantes del PSOE y de IU, y el elevado abstencionismo son los datos másdestacados de las elecciones de 2000. Las principales explicaciones a esterespecto se refieren a problemas internos del PSOE y, marginalmente, a losde la izquierda en general, sobre todo, a la cuestión de la pérdida de la vigenciade sus mensajes, no sólo en la realidad española sino también en lade la Europa comunitaria. Otras explicaciones tratan de interpretar la victoriaelectoral del PP exponiendo los propios méritos de éste durante susaños de gobierno. Pero en la mayoría de las hipótesis aducidas subyace lapresunción de que un cierto cambio está ocurriendo en la sociedad españolay, en concreto, en los rasgos, los valores y las pautas característicosde su cultura política. La pretensión de este artículo es realizar un análisis deesta última cuestión. Es decir, se trata de repasar algunos de los indicadoresutilizados para describir la cultura política con la finalidad de observarsi se han producido cambios relevantes en las orientaciones de los españoleshacia los objetos políticos.
