Guillermo Puente Ordórica
El proceso que llevó a España a ser miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en mayo de 1982, fue complejo y estuvo sujeto a un ejercicio de escrutinio público. De hecho, cuatro años después de dicho ingreso, en marzo de 1986, el gobierno español realizó un referéndum para decidir la permanencia de España en la Alianza Atlántica. A partir de ello, el autor subraya que la política exterior es parte constitutiva de la política nacional, y analiza la relación que existe entre los procesos de toma de decisión en política exterior y el funcionamiento del sistema democrático de un país en particular, así como del papel que éste percibe que debe desempeñar en el contexto internacional en tanto país democrático. Indica que la politización que envolvió el ingreso de España en la OTAN sugiere que, en determinadas circunstancias, los asuntos que son considerados de Estado no están exentos del escrutinio popular, y tanto los medios de comunicación como la opinión pública resultan determinantes en el involucramiento de los individuos en procesos eminentemente internacionales. Por último, sostiene que la creciente complejidad de los escenarios en los que deberán tomarse decisiones de política internacional serán cada vez más influyentes en la relación de costo-beneficio, tanto para los dirigentes como para el funcionamiento adecuado del sistema político de una nación determinada.
The process that led Spain to join the North American Treaty Organization (NATO) in May 1982 was complex and open to public scrutiny. In March 1986, four years after Spains accession to NATO, the Spanish government called a referendum to decide whether the country should remain within the Atlantic Alliance. Considering this as a starting point, the author stresses that Spains foreign policy constitutes an integral part of its domestic policy, and explores the relation between foreign policy decision-making and the functioning of a countrys democratic system, as well as how this country perceives the role it should play within the international arena given its democratic status. Ordorica suggests that the politization surrounding Spains accession to NATO reveals that, in some cases, issues usually perceived as pertaining to the State are not exempt from public scrutiny, the media and public opinion being thus crucial to peoples involvement in processes of a basically international nature. Finally, the author claims that the increasing complexity of scenarios in which international policy decision-making must take place will have a growing bearing on the cost-benefit relationship both to leaders and to the adequate functioning of a nations political system.