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La autora se interroga acerca del significado de la expresión construir la paz en situaciones posteriores a la comisión de crímenes masivos. Subraya las dificultades específicas que plantea este tipo de circunstancias tanto a los analistas como a los profesionales que participan del proceso, y hace una serie de propuestas metodológicas que atañen al impacto de los crímenes masivos sobre la reconstrucción de las relaciones sociales y políticas en sociedades desgarradas por la guerra. Además, pone énfasis en la importancia de una mejor comprensión de estos procesos, con el fin de destacar los programas de asistencia más eficaces, ya que aquéllos surgen en situaciones sociopolíticas particulares. Al intentar una aproximación a este delicado tema, analistas y profesionales enfrentan dos retos. Primero, deben entender cómo pudo haberse llevado a cabo el crimen masivo. Segundo, deben identificar las posibilidades de paz existentes dentro de la sociedad afectada. Indudablemente, para que las reglas del juego social y político funcionen o, en otras palabras, para que todos los actores se interesen en unirse al juego colectivo, tales posibilidades no pueden ser ignoradas. La construcción de la paz debe incluir métodos locales que, en la mayoría de los casos, se han ido construyendo con el tiempo y han adoptado diferentes métodos provenientes de otras latitudes.
