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A partir de los ochenta las categorías de clase o status parecen no definir a una sociedad cada vez más segmentada entre las esferas de vida y de heteronomía reformuladas por el capitalismo mundial y la sociedad de consumo. La ciudad es punto de referencia e innovación, muestra una disgregación del sentido colectivo de lo urbano que potencia las pautas de exclusión social junto con una imposición y visibilidad inédita de ?los estilos de vida?. El artículo introduce críticamente una categoría que destaca en los estudios culturales urbanos: la noción de estilo de vida. Al superar las valoraciones en torno al status, el estilo de vida connota una dimensión sociocomunicacional que la puede instituir como una categoría útil en los estudios de los grupos urbanos, los consumos culturales y la ciudad.
