A partir de los microdatos de los censos mexicanos de 1970, 1990 y 2000, en este artículo se examina la homogeneidad de los matrimonios y uniones atendiendo al nivel de instrucción de los cónyuges en las últimas tres décadas, caracterizadas por una fuerte expansión de la escolaridad, por el incremento de los rendimientos de la educación y por la reducción progresiva de las diferencias de género en materia educativa. Tres conclusiones brotan del examen de los datos: el aumento significativo de la homogamia entre los más escolarizados, la consolidación de dos zonas extendidas de homogamia, y la reducción de las diferencias en torno a la manera en que los hombres y las mujeres incorporan la educación en la selección conyugal.