La realidad del sector pesquero andaluz es distinta de las otras zonas pesqueras del Estado español, como pone de manifiesto la importancia de su flota de litoral de carácter familiar y la consiguiente atomización empresarial de buena parte de su flota de altura. Paralelamente al volumen alcanzado por el valor de la producción, se observa una tasa muy baja de industrialización. Todas estas circunstancias dan lugar a que el autor considere necesaria la puesta en marcha de una política pesquera propia, desde la legitimación que confiere a la Administración Autonómica, la Constitución y el Estatuto y tendente a potenciar este sector, especialmente en el ámbito de la producción industrial, mediante el sistema de cultivos marinos que optimicen los rendimientos de los amplios esteros y salinas de la Comunidad Andaluza.