El presenta artículo realiza un análisis en profundidad de la respuesta de las tres formaciones políticas de ámbito estatal (Partido Socialista, Partido Popular e Izquierda Unida) a la reivindicación de una presencia equilibrada de mujeres y hombres en los puestos de responsabilidad política; una demanda que atañe a los partidos en tanto que entre sus funciones operativas se encuentra el reclutamiento de las elites políticas, y es esta selección de candidatos la que determina finalmente la configuración de las instituciones políticas. En concreto, analíza las estrategias implementadas por los tres partidos en el periodo democrático iniciado en 1978 y estudía su efecto sobre la presencia de las mujeres en los cargos de máxima responsabilidad orgánica y en las instituciones representativas. Se constata que el incremento en la representación femenina se ha producido tanto por cuestiones ambientales (la competición electoral entre los partidos, la lucha por el voto femenino, etc.) como por cuestiones internas, como la ideología política del partido, la constitución de 'lobbies' de militantes feministas en los partidos y la introducción de cuotas