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Si se reconoce el valor del regadío como factor estratégico de desarrollo económico y social de territorios marginales, se constata la importancia del mismo para el Mezzogiorno italiano. En Italia la relación entre superficies regadas y regables se mantiene bastante baja; para ampliar aquellas el MISM ha trazado un plan de objetivos para el año 2.015 sumamente ambicioso, que permitirá casi duplicar la actual superficie regable. Esta progresión exigirá salvar graves problemas: mejorar el actual régimen jurídico de las aguas y las en algunos casos, envejecidas redes de su aducción y distribución; armonizar las competencias administrativas sobre la materia y elegir las orientaciones productivas que, a partir de una información más fiable sobre el desarrollo de las políticas comunitarias en el ámbito de la agricultura, garanticen el éxito del esfuerzo realizado.
