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Durante el decenio de 1980, se redefinieron los objetivos de la PAC para asignar un lugar más destacado a los fines generales y el papel de la producción agraria. Sin embargo, los temas fundamentales no han cambiado: el uso de los recursos y la redistribución de la renta siguen ocupando un lugar central. Los esfuerzos exigidos por la aplicación de la reforma MacSharry y la conclusión de las negociaciones del GATT han desviado la atención de la necesidad de redefinir los temas de base. En este artículo se examina la utilización de los recursos y se analiza en particular si ha llegado el momento de reevaluar el destacado papel concedido en la agricultura a la ocupación del suelo. En cuanto a la redistribución de la renta, se pone en duda la eficacia del enfoque actual, tanto en la misma agricultura como en el contexto de los intereses de las zonas rurales en su conjunto. Se concluye que la CE parece haber perdido su camino y que todavía no se ha entrado en el debate sobre los nuevos objetivos de la política.
