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Después de debacles sísmicas como las que derribaron a Enron y WorldCom los consejos de administración se reestructuraron completamente. Hay más directores independientes por estos días, y las corporaciones revelan los sueldos de los integrantes del consejo de administración y los nombres de los miembros de los comités. Las investigaciones muestran que la mayoría de los cambios está teniendo efectos positivos en el desempeño de las empresas. Éstos, no obstante, son principalmente estructurales y no van al corazón del trabajo de un consejo: tomar las decisiones que dan forma al futuro de una empresa. Qué decisiones asumen los consejos, y cómo las toman, son temas generalmente ocultos para el público. Como resultado, los consejos son a menudo incapaces de aprender de las mejores prácticas de gobernabilidad de sus contrapartes en otras empresas. Este artículo descorre la cortina y ofrece una mirada al interior. Sobre la base de entrevistas con directores y ejecutivos de 31 grandes empresas y un examen minucioso de tres consejos de administración, el autor identifica varios procesos formales que pueden ayudar a las empresas a mejorar su toma de decisiones. El autor también identifica varios principios informales de la toma de decisiones: temas que son estratégicamente significativos y que tocan valores centrales de la empresa deberían ser vistos por el consejo. Las decisiones amplias deberían ser divididas en partes más pequeñas, de manera que el consejo pueda dedicar atención a cada una. Los miembros deben permanecer vigilantes para asegurarse de que sus decisiones son implementadas eficazmente. El CEO y el presidente no ejecutivo o el consejero principal deberían involucrarse en un diálogo continuo en la perspectiva de definir cuáles decisiones van a tomarse con el consejo en pleno, y cuándo. Y los miembros deberían desafiar los supuestos antes de tomar decisiones de sí o no sobre las propuestas de la administración.
