Marck Weisbrot
Los resultados de las elecciones de noviembre en los Estados Unidos de América se presentan ajustados. Las mentiras sobre la guerra de Iraq y otros escándalos en los que se han visto inmersos destacados líderes republicanos apuntan a una tendencia de recuperación del Partido Demócrata. Pero para que esa tendencia se concrete, los demócratas necesitan movilizar a las bases progresistas que han apoyado al partido tradicionalmente, apelando a los intereses de los trabajadores norteamericanos.