La planta municipal de Castilla y León, por el gran número de entidades de escasa población que la integran, resulta cada vez más inadecuada para que muchos de sus municipios puedan cumplir las funciones que el ordenamiento les encomienda. Esta situación, que puede contribuir a agrandar la brecha -desde hace tiempo perceptible- entre los ciudadanos que habitan en las poblaciones importantes de la Comunidad y los que residen en el medio rural, debe ser considerada por los poderes públicos desde su obligación de promover las condiciones para que la igualdad entre todos los ciudadanos sea real y efectiva, sin perjuicio de la necesidad de efectuar las reformas organizativas en el régimen local de la Región -hoy en manos de la Comunidad Autónoma- que vengan exigidas por una más eficaz y eficiente prestación de aquellos servicios de mayor interés para los ciudadanos en cuanto miembros de las colectividades locales. Puesta la atención en estas cuestiones, el estudio analiza las nuevas perspectivas que se abren en la organización del régimen local de la Comunidad después del impulso político que ha supuesto el Pacto Local