La legitimación material del derecho penal a través de la teoría de los bienes jurídicos se encuentra en crisis en diferentes perspectivas; la tesis que se plantea es que, pese a sus intentos originarios, no ha conseguido separarse de la mera protección de derechos subjetivos. Las justificaciones relacionadas con el respaldo de la norma constitucional (2) o con el ¿principio del daño¿ (3) no lo consiguen si no aluden a la vigencia de la norma; el ejercicio de la acción en el proceso penal (4) no refuta, sino que confirma esa conclusión, y ni siquiera una perspectiva radical de la legítima defensa ofrece una fundamentación diferente de la obligación de respeto a las normas.