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Aníbal Fornani
Se aborda la antinomia en el binomio fe-razón y se plantea la unidad viva y móvil de la razón en su apertura a la totalidad y en su anclaje en la experiencia. La implicación de la libertad en la disposición básica de la razón condiciona y responsabiliza su actitud ante la discreción de lo presente como signo. El principal interés de la razón, el intercomunicativo sincrónico-diacrónico, manifiesta desde un punto de vista antropológico que la fe no es identificable con la ¿creencia¿ sino que, además de estar implicada en el conocimiento de lo real como signo, es método de comprensión, re-apropiación y transmisión creativa de los saberes y la cultura. Finalmente, la razón como apertura a la totalidad posible del ser desde lo dado en la experiencia y en la misma autoexperiencia humana, eleva desde su encarnación la exigencia de afirmación sin trabas del significado total de lo real y la apertura a lo desconocido desde lo conocido. La razón supera sus propios productos epistemológicos y culturales, para captarlos y problematizarlos en relación a su consistencia última.
