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En este artículo sugiero que al argumentar que Dios sólo conoce el presente y no el futuro, los teólogos del "Dios Abierto" están asumiendo implícitamente un cambio paradigmático en los principios hermenéuticos de la metodología teológica. Este cambio paradigmático ocurre cuando se reemplaza la interpretación atemporal Griega clásica de la realidad divina (ontología) por una interpretación temporal. Debido a que los teólogos del "Dios Abierto" no abordan el problema ontológico filosóficamente, su reflexión teológica implícitamente entiende el tiempo divino unívocamente de acuerdo con la visión bipolar del ser de la Filosofía del Proceso. Siendo que la Biblia presenta su propia interpretación de la temporalidad e historicidad del ser divino, sugiero que debemos explorar el enfoque bíblico a la ontología y utilizarlo en la formulación de una alternativa bíblica a las interpretaciones de la presciencia divina formuladas por los teólogos clásicos y del "Dios Abierto".
