María Jesús Torquemada Sánchez, Juan Antonio Alejandre García
Durante el Antiguo Régimen el poder político y el poder religioso estaban estrechamente unidos. Toda manifestación de carácter plástico o artístico se veía muy controlada, con la finalidad de alcanzar un doble efecto: en primer lugar, se pretendía que toda obra pictórica o escultórica fuese de carácter didáctico para los fieles, conforme a las doctrinas de la Iglesia. Po otro lado, la realización o exposición de imágenes que podían atentar a lo que se conside-raba la ortodoxia católica era reprimido decididamente.
Con esta finalidad se utilizaba como un instrumento fundamental la institución de la Inquisición, que usaba a su vez una serie de normas que regulaban de una manera detallada el aspecto que debían presentar estas manifestaciones artísticas.