Se estudian las condiciones de vida material, social y cultural de Maracaibo, la ciudad- puerto más importante del occidente de Venezuela, durante las tres primeras décadas del período republicano (1830-1860), las cuales no satisfacían las aspiraciones del sector minoritario que dirigía la vida de aquel conglomerado, influenciado por las ideas renovadoras de la ilustración y el liberalismo. Diversos factores atentaron contra la posibilidad de hacer realidad la modernización de las urbes decimonónicas, especialmente la falta de recursos que impidieron la ejecución de obras y mejoras, la presencia mayoritaria de un colectivo con costumbres y hábitos ancestrales opuestos a los patrones que se intentaron imponen desde las elites, expresados en los instrumentos legales que se elaboraron en las provincias para establecer las pautas que debían regir el comportamiento público y que revelan la necesidad de regular actividades y situaciones cotidianas que entorpecían la búsqueda de adelanto y civilidad de acuerdo con las nuevas ideas y con la importancia que iba adquiriendo la ciudad puerto. La reconstrucción histórica se efectuó a partir de los reglamentos, ordenanzas, leyes y decretos oficiales, complementada con las crónicas y artículos publicados en la prensa del período.