Frente a la identidad colectiva blanda, basada en ideas imprecisas y asumida por una categoría social de contornos difusos, cabe oponer la identidad colectiva dura asumida por un grupo social estructurado cuya élite produce y difunde una ideología sistemática. El objetivo de este artículo es abordar un esbozo de la identidad dura. Los principales rasgos analizados se refieren a la clasificación unívoca y exclusiva que impone, caracterizada por los conceptos naturales, homogeneizadores y purificadores, imperativos y totalitarios en los que se basa.