En el ocaso del siglo XIX, los funerales de Estado eran momentos de carácter solemne para entronizar una figura emblemática en la memoria colectiva. Así, en febrero de 1897, el óbito del expresidente de la República Dr. Jesús Jiménez Zamora (1863-1866 y 1868-1870), dio pábulo a una gran ceremonia fúnebre con acentos conmemorativos, donde tomaron parte activa distintos sectores sociales. El entierro de don Jesús Jiménez tuvo lugar en el Cementerio General de la ciudad de Cartago