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Existe un cierto consenso entre los grupos políticos en el hecho de que, una vez completado el proceso de traspaso de competencias del Estado a las CC.AA., es necesario profundizar en la descentralización hacia abajo, al objeto de alcanzar el mítico objetivo de que las CCLL gestionen el 25% del gasto público total. En este contexto, el artículo describe la evolución reciente de la situación financiera de las CCLL españolas, señala los problemas derivados del traspaso de competencias al ámbito local y analiza las implicaciones que este hipótetico proceso tendría sobre el diseño de un nuevo marco financiero que respetara los principios de suficiencia, equidad, eficiencia y autonomía. Este nuevo marco financiero debería basarse en los tres ejes que definen el modelo de la vigente Ley Reguladora de las Haciendas Locales; tributos, transferencias y recurso al crédito, planteando las modificaciones que se deriven del nuevo reparto competencial. En este sentido, es preciso revisar el actual IAE, para evitar que el impuesto penalice el empleo y la innovación tecnológica, atribuir un mayor protagonismo a las CC.AA. en la financiación de las CC.LL. vía transferencias y reconocer la importancia del recurso al crédito como instrumento complementario de financiación de inversiones.
