Susana Borraz Perales
Las Corporaciones Locales se han concentrado en los últimos años en satisfacer las necesidades de sus ciudadanos en cuanto a dotación de infraestructuras y creación de nuevos servicios. Entretanto, el fuerte desarrollo experimentado en algunas localidades y su consiguiente impacto en el número de demandantes, no se ha visto compensado por los cambios organizativos, ni mejoras en la gestión interna de las corporaciones que les permita prestar los mismos servicios con mayor calidad. De hecho, la calidad del servicio está estrechamente ligada al desarrollo de mecanismos y cambios internos a la propia organización que no pueden extrapolarse sin más a todas las entidades locales. Cada corporación deberá profundizar en sus circunstancias internas y señalar los problemas prioritarios que deben ser corregidos. Las claves del proceso de mejora de la calidad residen en la simplificación de los trámites administrativos, la disponibilidad de información adecuada para la planificación y la potenciación de la participación de los empleados en los cambios. De las acciones desarrolladas en estos tres ámbitos no se obtienen resultados con carácter inmediato, sin embargo, los éxitos alcanzados en el medio y largo plazo son los más positivamente valorados por el ciudadano.