La necesidad de racionalizar el gasto y dar respuesta a una demanda cada vez más exigente de los ciudadanos exige abordar procesos de modernización de la Administración Pública. Los países de la OCDE vienen desarrollando impulsos en esta dirección desde principios de los ochenta. En España, si bien pueden destacarse algunas iniciativas, la falta del cambio de mentalidad necesario y la escasez de medios han impedido la generalización necesaria del proceso modernizador. Este artículo describe algunas de las experiencias más significativas abordadas por los distintos niveles de la Administración Pública en España, incidiendo en los objetivos que persiguen y los problemas surgidos con su implantación.