Vivimos épocas de incesantes y vertiginosos cambios en el entorno tecnológico. Un entorno en el que desarrollamos nuestra actividad personal y profesional y que utilizamos para comunicarnos, acceder a información y desarrollar todo tipo de actividades. Por primera vez en la historia de la tecnología, el parque de infraestructuras en manos de las empresas empieza a tener prestaciones inferiores al existente en manos de los particulares, dando lugar a un caldo de cultivo de todo tipo de habilidades que, a los ojos de los Departamentos de Sistemas corporativos, suelen resultar preocupantes.
¿Cómo compaginar las ventajas de las modernas tecnologías de información, con las necesidades de control y seguridad existentes en los ecosistemas corporativos? La respuesta, que explica este artículo no pretende en modo alguno tener carácter de "bala de plata", y seguramente no sea nada nuevo, por su simpleza, para los responsables de los entornos corporativos. Pero en caso de aproximarnos a una respuesta, seguramente llegaríamos antes por el camino de la educación que por el de las restricciones. La adecuada combinación de ventaja competitiva y seguridad en la empresa es, fundamentalmente, una cuestión de actitudes.