La informática pedagógica ha recorrido ya un largo camino y las críticas que las nuevas tecnologías han recibido con la traducción automática, las pasiones de los años 60 y 70 con la enseñanza asistida por ordenador, o el entusiasmo con los tutores inteligentes de las décadas 80 y 90, se han canalizado, en este nuevo siglo que empieza, con la web y los hipermedia, hacia una gran diversidad de usos en los que el ordenador es un mediador cuya tecnología se esfuerza por crear sistemas cada vez más flexibles para procesar la lengua convirtiéndose en un medio dinámico de interacción.
El ordenador ha hecho posible esta gran revolución en la historia de la enseñanza, ya que no se trata únicamente de una herramienta novedosa sino que es un producto de sustitución: instrumento que sustituye a la pluma, soporte que remplaza al papel, y sustancia que suple a la tinta. Además, esta nueva máquina de producción, lectura, e intervención en los textos implica un entorno diferente de comunicación y, en consecuencia, una funcionalidad y modalidad propias de naturaleza modular y que, como se verá, son el resultado de un funcionamiento jerarquizado de la información que 1) se construye en capas o archivos, y 2) modifica las relaciones entre sujeto, objeto y agente.
Apoyándome en las investigaciones previas que estamos realizando desde hace varios años sobre la comunicación mediatizada por ordenador (CMO), voy a referirme, únicamente, a la enseñanza de la comprensión lectora en lenguas extranjeras asistida por ordenador, presentado, en primer lugar, la definición de lectura en LE, en segundo, el entorno comunicativo del texto electrónico y, finalmente, la organización modular en las relaciones texto/aprendiente/ordenador.