La presente parálisis de la integración europea después de los rechazos francés y neerlandés a la ratificación del Tratado Constitucional Europeo exige nuevas propuestas, que permitan continuar el desarrollo de algunas políticas clave de la UE. Una de ellas es la PESC, incluida la PESD. Este artículo pretende destacar los modos legales para hacer frente a esta situación y mostrar los obstáculos políticos para llevar a cabo algunas de estas propuestas. Así, la mayoría de las innovaciones introducidas por la Constitución Europea serían posibles si existiera una voluntad política común. Las razones para desarrollar la PESC, incluso fuera del marco constitucional, son tanto externas como internas. Primero, existen crecientes expectativas entre terceros países por un papel más relevante de la UE en los asuntos mundiales. Segundo, los Estados miembros europeos y la población lo necesitan como un modo de dar respuesta a los retos que rebasan a los gobiernos nacionales, sobre todo el terrorismo, pero también la inmigración, las reformas sociales, la competitividad... Además, la UE necesita una nueva fuente de legitimidad, y una eficiente Política Exterior y de Seguridad Común es un instrumento adecuado para mostrar el valor añadido de la Unión y crear un sentido de pertenencia a una entidad política diferente, una identidad común.
The current paralysis of European integration after French and Dutch refusal to ratify European Constitutional Treaty asks for new proposals that would allow us to continue the development of some EU key policies. One of them is CFSP included ESDP. This article tries to highlight legal ways to cope with the situation and to show political obstacles in implementing some of these proposals. So, most of the innovations introduced by European Constitution would be possible should a common political will exist. The reasons for developing CFSP, even outside constitutional framework, are both, external and domestic. First, there are increasing expectations among third countries for a more relevant EU role in world affairs. Second, European Member States and population need it as a way to give answer to challenges than national governments cannot deal with, mainly terrorism, but also immigration, social reforms, competitiveness... Moreover, the EU needs a new source of legitimacy, and an efficient Common Foreign and Security Policy is a suitable instrument to show the added value of the Union and to create a sense of membership to a different political entity, a common identity.