La teoría agustiniana del conocimiento supone una síntesis de tres funciones fundamentales de la mente: la intuición intelectual, la intuición sensitiva y la razón discursiva, que aplica a las intuiciones sensibles los principios que la intuición intelectual nos suministra, con lo que alcanzamos un auténtico conocimiento humano, en el que se aúnan la razón discursiva y la razón intuitiva, síntesis a la que Agustín denomina razón superior, gracias a la cual superamos el simple conocimiento animal.