La estética y la mística con dos modalidades de la experiencia que parecen coincidir en el proceso de unificación que pretenden lograr. No obstante, sus caminos son divergentes: en la experiencia mística el acuerdo con lo otro se establece a partir de la disolución de las diferencias, mientras que la experiencia estética procede con las diferencias, procura integrarlas diseñando un orden. Desde los parámetros de la estética india, dos autores pertenecientes a la escuela de cachemira dan cuenta, respectivamente, de la identidad entre los ámbitos estético y místico, y de la critica que corresponde hacerle a dicha identificación.