Se trata de un estudio de las conversiones colectivas de los pueblos barbáricos durante el período comprendido entre los siglos IV y VIII. Para ello se tienen en cuenta diversos factores: 1.La distinta situación religiosa de cada uno de estos pueblos: con una sola conversión (al arrianismo), directamente del paganismo a la ortodoxia católica o protagonizando la llamada «doble conversión». 2.El fenómeno de la «pre-conversión», esto es la aparición de individuos que abrazan la fe católica anticipándose a la conversión de la totalidad de su etnia. 3.El papel de los misioneros en la conversión de pueblos paganos. 4.La mujer como precursora en la adopción de la religión católica. 5.La distinción entre conversión (siguiendo el exemplum regis) y la cristianización que requiere más tiempo (la conversión y el bautismo del hombre bárbaro no significan una súbita transformación de su mentalidad y de sus modos de vida). 6.La acción catequética y pastoral de los misioneros. Distinguiéndose aquella dirigida a los pueblos bárbaros invasores de las provincias del Imperio Romano occidental de la destinada a los pueblos asentados más allá del limes del Imperio.